LITHOPS QUE SUDAN SANGRE

Autores: @CierzoSalvaje y @Manolithops

fotos de @CierzoSalvaje


Título: «Lithops que sudan sangre, . . . ¡¿de verdad?!»

En la web de www.manolithops.es


La semana pasada me llegó una sorprendente fotografía de @CierzoSalvaje en la que se veía un Lithopssangrando. ¡No bromeo! Sobre las hojas del Lithopshabía unas gotas rojas de algo que, a simple vista, parecía sangre. ¡Pero los Lithops no tienen sangre!

Tanto a él como a mí nos pareció algo muy extraño. Jamás habíamos visto a un Lithops sangrar y tampoco habíamos leído que algo parecido pudiera suceder. Charlamos un rato sobre el tema y llegamos a tres conclusiones:

  • Después de limpiar las gotas rojas no quedaba ninguna señal, ni herida, en el cuerpo del Lithops
  • Las gotas siempre aparecían sobre zonas en las que había rubricaciones.
  • Después de limpiar las gotas las rubricaciones habían desaparecido.

De todo aquello se podía sacar una conclusión que parecía evidente: existía una clara relación entre las gotas rojas y las rubricaciones

Pero no quisimos seguir basándonos en la lógica para encontrar una justificación, así que decidimos buscar en los dos libros más importantes relacionados con el género Lithops: El de los Cole y el de Steven A. Hammer. Esto es lo que encontramos:



Un caso sorprendente. La respuesta no está en los libros.


En el libro «Lithops, Flowering Stones», de Desmond T. Cole & Naureen A. Cole, se dice lo siguiente (cita literal):

  • «En muchas especies hay líneas rojas, o puntos rojos, dentro de las ventanas o en los canales. Algunas veces muy oscuros y visibles y otras veces reducidos a simples puntitos, o pequeñas líneas cortas y finas, que apenas pueden ser apreciadas sin una lupa o, incluso que no pueden ser vistas en absoluto sin dicha lupa. A estas marcas rojas las llamamos «rubricaciones» . . . Algunas veces resulta difícil distinguir las rubricaciones, a menos que uno corte cuidadosamente la piel de la parte superior de las hojas (solo retirando entre uno y dos milímetros de la parte superior) y mire como se refleja una luz incidente. La visibilidad de las rubricaciones más sutiles se ve frecuentemente afectada por la calidad de la luz recibida, así como por el ángulo con que llega dicha luz«.

En el libro «Lithops – Treasures of the veld», de Steven A. Hammer, podemos encontrar el siguiente párrafo:

  • «Utilizamos el término rubricación para hacer referencia a diminutas marcas rojas contenidas en las ventanas de los Lithops, como moscas en el ámbar (nota: Hammer, como siempre, muy ingenioso a la hora de poner ejemplos). La importancia anatómica, el origen y la función de las rubricaciones es muy variada, dependiendo de la especie de la que estemos hablando. Las rubricaciones parecen flotar en la superficie del Lithops y contribuyen a su espectacular belleza, aunque estos espectáculos pueden ser muy diminutos en algunas especies.»

Se trata de dos descripciones muy «físicas» de las rubricaciones (en el caso de Hammer incluso podemos decir que algo poética) pero no aportan gran cosa para resolver la duda que teníamos @CierzoSalvaje y yo. Nosotros necesitábamos una descripción más «química» que «física» para saber el origen de esas gotas rojas que parecían sangre. 

Hemos tenido que buscar en otras fuentes para llegar a la conclusión que vamos a contar a continuación:


Foto nº 2
Las rubricaciones desaparecen después de limpiar las gotas rojas


Un razonamiento lógico: ¡las plantas sudan!


Desde el principio @CierzoSalvaje me comentó su opinión: «el pigmento rojo puede salir de los estomas». Esa afirmación tenía sentido, salvo por el color rojo. Los estomas tienen dos funciones principales: (1) permiten el intercambio gaseoso, dando entrada al dióxido de carbono (CO2) y liberando el oxígeno (O2); (2) facilitan la regulación del movimiento del agua a través de la transpiración. En efecto: las plantas también sudan . . . ¡pero su sudor, como el nuestro, no es rojo!

La transpiración vegetal consiste en la pérdida de agua en forma de vapor que se produce en las plantas. A las hojas de estas llega gran cantidad de agua absorbida por las raíces y, en el caso de los Lithops, retenida en su cuerpo como reserva, pero, a veces, solo una pequeña parte es necesaria. La principal función de la transpiración es eliminar el exceso de agua. Además, con la transpiración también se consigue el enfriamiento de la planta, ya que en ese proceso se consumen muchas calorías.

Para transpirar las hojas de las plantas tienen unas glándulas especiales, llamadas estomas, que se encargan de regular el equilibrio hídrico y eliminar el exceso de líquido. La liberación de agua por las hojas protege a la planta del sobrecalentamiento y asegura una temperatura óptima para la fotosíntesis.

Siendo sinceros, yo jamás he visto sudar a mis Lithops, pero, en buena lógica, la transpiración podía ser un buen motivo para justificar las gotas de los Lithops de @CierzoSalvaje. Por estos lares estamos en pleno verano y hace mucho calor, así que sudar es algo razonable. Ahora solo nos quedaba responder a la pregunta más desconcertante: ¿por qué las gotas son de color rojo?


Foto nº 3
¿Son gotas de sudor expulsadas a través de los estomas?


El color de las hojas, ¿de dónde proviene?


El color de las hojas de los Lithops, como el de todas las plantas, puede ser debido a dos motivos: (1) la existencia de pigmentos (coloración pigmentaria) y (2) la existencia de estructuras microscópicas que interfieren la luz visible (coloración estructural). 

Las plantas contienen una gran variedad de pigmentos que dan lugar a los colores que en ellas observamos. Los principales tipos de pigmentos son: la clorofila-a(produce color verde intenso), clorofila-b (producen color verde), los carotenos (producen color naranja), las xantofilas (producen color amarillo), las antocianinas (producen color rojizo, púrpura o azulado) y las ficobilinas (producen color rojo).

La función principal de estos pigmentos es facilitar la fotosíntesis, ya que sirven para captar la mayor cantidad de energía luminosa posible. También, con el paso del tiempo, algunas plantas han utilizado la coloración para mimetizarse con el ambiente y pasar desapercibidas.

En cuanto a la coloración estructural, consiste en la producción de color por superficies con estructuras microscópicas, a veces llamadas esquemocromos, lo suficientemente finas para interferir con la luz visibley, de esta manera, modificar la percepción del color(en realidad los colores que vemos en los objetos que miramos solo son el color de la luz reflejada por dichos objetos).

La coloración pigmentaria siempre es la misma, desde cualquier ángulo de visión, mientras que la coloración estructural es el resultado de la reflexión selectiva de la luz (o iridiscencia), por lo que los colores se pueden apreciar de diferente manera según el ángulo con el que incida la luz

Cabe destacar que ambos tipos de coloraciones(pigmentaria y estructural) pueden actuar de forma conjunta. ¡Los Lithops son un estupendo ejemplo! Algunas partes de sus cuerpos tienen un color invariable, independiente del punto de vista desde el que los observemos; en cambio, otras partes cambian de color según el tipo de luz que reciben y también según el ángulo desde el que los miramos. 


Foto nº 4
Hace falta luz para ver el color rojo de las rubricaciones


¿Por qué las gotas son de color rojo?


Teniendo en cuenta todo esto (lo que podemos leer en los libros a cerca de las rubricaciones rojas de los Lithops; la posibilidad de transpirar que tienen las hojas de las plantas; la influencia de los pigmentos y las capas estructurales en la coloración de las hojas; y lo que @CierzoSalvaje observó en su Lithops) hemos llegado a la siguiente conclusión:

Podría ser que las gotas rojas fueran «sudor» producido por el Lithops, que absorbe los pigmentos rojos de las rubricaciones. Por eso, después de limpiar las gotas, las rubricaciones desaparecen (han pedido los pigmentos que las dan color). 

Esta explicación «tiene lógica», el único fallo de nuestro razonamiento es que, si esto fuera correcto, también mis Lithops deberían sudar y producir gotas rojas y eso yo no lo he visto jamás y, hasta la fecha, no sabía de nadie a quien le haya sucedido. Tampoco lo he leído en ningún sitio.

Así dejamos el tema: ¡abierto! Si has visto algo parecido o se te ocurre alguna otra explicación, . . . ¡no lo dudes, dínoslo!


Foto nº 5
Una explicación posible: gotas de sudor teñidas por el pigmento de las rubricaciones


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